Jorge Romero Fuentes
30 de Julio de 2009
Hoy día me llegan malas noticias, tristes noticias. Mientras miro la blancura del volcán Villarrica, digito un número y pregunto con timidez… cómo está Marcelino?
Marcelino Bugueño es uno de esos seres increíbles, que de puro ser, ahogan el tener.
Yo era un joven adolescente cuando tuve el privilegio enorme de conocer a un puñado de hombres y mujeres, que se levantaban desde su pobreza y miraban con los ojos de su dignidad, para invitar a caminar un mismo camino, a encontrarnos en un mismo abrazo, que miraba hacia un futuro distinto, amable y cariñoso.
Ahí, en ese futuro, en ese día distinto que era algo así como una mañana distinta, estaba Marcelino, estaba Simón, el chico Manzano, Ángel Díaz estaba ahí, el Cocoa, con su sorna y su ironía, Pedro Figueroa (con sus bigotes de viejos en su rostro juvenil) … Ahí estaban.
Hoy día, abrazado a la soledad y a la distancia, las noticias, las malas noticias, me dicen que Marcelino, el dirigente obrero, el que encabezaba la primera toma de mi pueblo, el que levantaba la rojinegra de la esperanza, está con su puño en alto, como siempre, con su silencio elocuente, con su presencia vigorosa, con su sencillez a toda prueba, está Marcelino… Mar y vino, como vino y como estuvo… dispuesto a ofrendar lo mejor: la ternura, la fuerza, la convicción, que tanta falta nos hace.
Voy a encontrarme en un abrazo contigo. Cuando llegue, si es que ya no estás, no importa, siempre estuve abrazado a tu honestidad, a tu grandeza. No podré olvidar que de tu mano y de la de tantos, fui conociendo el camino, descubriendo el camino, recorriendo el camino.
Marcelino, estaré ahí contigo, por lo que eres, por lo que seguirás siendo, ahí. A orillas del Aconcagua, como un día llegué, con mi uniforme liceano, a sentarme en una banca junto a tu casa, y conversamos de la revolución que estábamos dispuestos a construir, de los sueños que queríamos hacer realidad.
Como siempre… volveremos al lugar que nos pertenece a tantos pocos… a ti, a mí y a todos nosotros.
Espérame Marcelino
Espérame, los seres como tú no están hechos para irse
Espérame
Hoy recordando un cumpleaños más de mi viejito. Y tal cual como lo describe en esta carta uno de sus amigos . No me canso de leerla , porque esta descrito tal cual era..Feliz cumpleaños Padre querido , por siempre en nuestra memoria y corazones.
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