jueves, 18 de julio de 2013

Flotando en los recuerdos

Viviana Donoso Salgado



 Magallanes

Este lugar geográfico es la mayor región de Chile,  con un millón trescientos ochenta y cinco mil cuatrocientos dieciocho kilómetros cuadrados, cuya superficie aumenta con la del continente antártico, desde las Islas Shetlands hasta el mismo polo. La región austral limita al Norte con el paralelo 47º, al Oeste y al Sur con el Océano  Pacífico y al Este con Argentina. Posee la geografía más complicada con numerosos verdes archipiélagos, solitarios canales, helados fiordos y bravíos mares; también, tiene los climas muy caprichosos que se pueden observar a lo largo de más de siete paralelos, desde la Isla Wellington hasta el Cabo de Hornos, en el sector continental, para finalizar en la Antártica.

Yaganes
Los primeros navegantes encontraron, por esos parajes, a los antiguos habitantes de la zona, como fueron los alakalufes, indios canoeros y nómades que transitaban desde el Estrecho de Magallanes hasta el Golfo de Penas; los patagones o tehuelches, quienes vivían en la pampa oriental; los onas o shelkman, pobladores de toda la Tierra del Fuego y los yaganes o tekeenicas, que habitaron las islas y canales al sur del Canal de Beagle. Todos ellos llegaron en épocas muy remotas, cuando la proa austral aún no se dividía en los numerosos islotes que rodean al desordenado litoral.

La zona descrita me recibió en el segundo mes del verano del 1951, tierra del viento, de las ovejas, del petróleo, de los paisajes de cumbres blancas y de varias islas, donde la pradera y el agua se  besan contemplados por la soledad de los hombres y mujeres residentes cuando el portugués Hernando de Magallanes arribó con su flota en el año 1520, anticipándose en 16 años al histórico viaje de Diego de Almagro, descubridor de Chile, por el norte, quienes buscando riquezas y conocimientos, apreció los continuos cambios del cielo, desde el gris más oscuro con el anuncio de lluvia continuando con un rosado brillante, semejante al tul de las bailarinas hasta el anaranjado fuerte y quemante, como el amor ardiente y vivaz de las parejas esperando el atardecer a la orilla del mar, donde comenzó una hermosa y apasionante historia de admirables epopeyas. También, cuna de escritores, cantantes, poetas, actores, personajes sociales, políticos, empresariales y eclesiásticos.

Bandera de Magallanes
Mi historia familiar comenzó al iniciar el siglo pasado, cuando un joven ibérico llegó a Punta Arenas, desde el pueblo minero de Mieres de la región de Asturias y, años más tarde una señorita logroñesa de Castilla realizó el mismo viaje, quienes se enamoraron en esa ciudad y, al cabo de algunos meses sellaron su compromiso ante la ley. De esta unión nacieron dos niñas, con siete años y medio de diferencia, cuyos nombres fueron Josefa y Ester. La primera se casó con un oficial del Ejército, y, la segunda se comprometió con Néstor Andrés Antonio Donoso Molina, abogado talquino, con quien tuvo tres hijos, siendo la primogénita la persona que relata esta historia.

Santiago

El 3 de enero de 1963 llegamos a establecer nuestra residencia definitiva en Santiago.

Durante este año sucedieron hechos  imposibles de borrar de la mente, como fueron los fallecimientos de Edith Piaf, célebre cantante francesa;  el asesinato del Presidente de Estado Unidos, John F. Kennedy y posteriormente, emprende su viaje eterno el Papa Juan XXIII, impulsor de las primeras reformas eclesiásticas.

En esa época comencé a conocer muchos cambios tecnológicos, desde el teléfono manual hasta el digital, siendo ya una mujer, luego la antigua máquina de escribir que utilizaba mi padre para confeccionar sus escritos de defensa de sus clientes con estampillas de impuestos, pasando por la máquina eléctrica, electrónica y, ahora cerca de mi jubilación, he tenido la oportunidad de trabajar con el nuevo lenguaje informático.

Lo que más me impactó, fue  una caja de cartón guardada y un día cualquiera se hizo el tiempo de abrir el tesoro, era un aparato rectangular con un vidrio y enchufes. De pronto comenzamos a sentir conversaciones, música y figuras en blanco y negro, entonces, mi progenitor nos anunció que dicha mercancía se llamaba televisor…, desde esa fecha, puedo decir que tuve el privilegio de haber pertenecido a una generación durante la cual se efectuaron grandes, novedosos y útiles descubrimientos en las diferentes áreas del saber.
Elenco El Litre

Retomando el asunto mágico del televisor, algunos programas que nos entretuvieron eran: la serie El Litre, parecida a lo que es hoy el espacio Los Venegas, y, donde los protagonistas eran Jorge Yáñez y Sonia Viveros, quienes reflejaban la realidad de una población en la zona sur de Santiago. Los sábados desde las catorce horas hasta las noticias animado por Don Francisco daban Sábados Gigantes.

Cuando comencé a asistir a fiestas, se escuchaban los discos de Luis Dimas, Cecilia, Sussy Vecky, Gloria Benavides y Pat Henry, entre otros y, en el ámbito político, comenzaban las primeras postulaciones para reemplazar a Jorge Alessandri, entre ellos estaban: Eduardo Frei Montalva, Salvador Allende Gossens y Julio Durán Neumann.

Gira de estudio

En Enero de 1969 realicé la gira de estudios, cuyo inicio comenzó en la Estación Central rumbo a Puerto Varas, donde comí el mejor banquete de erizos. Al día siguiente seguía el tour hacia Osorno y Valdivia.
Después la excursión llegó a Puerto Montt estaba programado en la Isla Tenglo, para degustar un verdadero curanto cocinado en hoyo. Mientras servían los platos con mezcla de sabores de tierra, mar y aire, junto al chapalele y milcao, recordé el Elogio al Curanto del poeta Pablo de Rokha:

“Primero nos elaboramos una como olla en la tierra sagrada del patio de los naranjos,
la recalentamos con fuego de fierro y piedras ardientes,
embelleciéndola con hojas de nalca, como a una desnuda y feliz muchacha,
a la cual, cantando, le echamos choros, perdices, locos, cabezas de chancho,
malaya de buey y de ternera, patos, longanizas, quesos, criadillas, corvinas y sardinas,
sellándola y besándola como una tinaja de mosto,
colocándole una gran centolla en la boca.”
 
Curanto

El 4 de septiembre de 1970, será recordado históricamente como el día en que millones de chilenos coronaron sus deseos sociales y personales con la elección  de Salvador Allende Gossens, todos nos fuimos a la Alameda, donde ya se había iniciado una gran fiesta popular conducida por el actor Jorge Guerra –Pin Pon-, en uno de los tantos escenarios levantados para tal efecto.

En el lapso que transcurrió entre el triunfo electoral de 1970 y la toma efectiva de posesión de la presidencia debió superarse una fuerte crisis originada con el asesinato del Comandante en Jefe del Ejército, de la época, General René Schneider y, durante el mandato del Dr. Allende hubo sucesivos intentos insurreccionales de la derecha, cuya culminación fue un paro prolongado de médicos y de los transportistas, quienes fueron derrotados por las fuerzas populares en octubre de 1972.  Pero, el acontecimiento de mayor relevancia, a mi juicio, fue aquél ocurrido el día 29 de junio con intento subversivo conocido como el “tancazo o tanquetazo”, encabezado por el teniente coronel Roberto Souper del Regimiento Blindado Nº 2 de Santiago, con lo cual las fuerzas armadas comenzaron con el ensayo finalizado el 11de septiembre de 1973.

Los permanentes sabotajes de los servicios básicos y sectores vulnerables de las instalaciones de los servicios públicos, contribuyeron a la sensación de caos, como también el abastecimiento de los productos de primera necesidad para la población modesta, siendo éstos acaparados y adquiridos por los comerciantes y particulares con alta capacidad económica, cuyo resultado fue la creación del “mercado negro” de compraventa o trueque. Para contrarrestar esta actividad, la Dirección de Industria y Comercio –DIRINCO- propició la creación de las Juntas de Abastecimiento y Precios –JAP-, en los diferentes barrios de la capital, pero no lograron eliminar la sensación de escasez de los productos básicos y, la publicidad opositora tergiversó los objetivos de las JAP, equiparándolas a los Comités de Defensa de la Revolución de Cuba.

Lo superficialmente descrito era el ambiente cotidiano en el país. En la madrugada del 27 de julio ocurre otro suceso lamentable: el asesinato del Edecán de S,E, el Presidente de la República, Comandante de Submarinos, Arturo Araya Peters, en la terraza del segundo piso de su casa.

El 9 de agosto, Allende incorporó al Gabinete a los tres jefes de FF.AA. Durante ese período y hasta el 23 de agosto ocurren una serie  de acontecimientos políticos, que obligaron al Presidente Allende realizar nuevos cambios de su Gabinete y de los comandantes en jefes.

En el marco descrito, el 4 de septiembre de 1973, en todas las ciudades importantes se realizaron grandes manifestaciones para conmemorar el Tercer Aniversario del Triunfo Electoral de Salvador Allende Gossens. Mientras  se desarrollaba la actividad en Santiago, la Fuerza Aérea realizó un allanamiento en la Industria de Cobre Cerrillos, con el pretexto de la Ley de Control de Armas para intimidar y amedrentar a los trabajadores, en el procedimiento no se encontró armamento de ningún tipo, Este mismo operativo se efectuó el 7 de septiembre en la Industria Textil Sumar, donde dispararon contra los obreros que hacían turnos para proteger su lugar de trabajo.

Yo continuaba en Arica y en esa ciudad también se celebró el aniversario.

Febrero 1975
En las proximidades de las fiestas de fin de año, comencé a sentir una extraña sensación de angustia y, quizás, premonitoria, porque presentía que algo grave sucedería en el seno de mi familia y, justo al año de estar viviendo con ella, un día 7 de febrero de 1975, cerca de las diez de la noche falleció mi padre de un infarto cardíaco fulminante, en la localidad de San Alfonso, en los momentos que nos disponíamos a cenar, junto a la tía Elba y mi prima Gaby, quien había llegado de Concepción, porque tenía su marido asilado en la Embajada de Venezuela… Otro rudo y vil golpe que la vida me presentó, porque aún, después de tantos años, me acongoja y duele muchísimo recordar la pérdida de quien fue mi amigo y compañero por veinticuatro años.

De esta triste experiencia tengo un recuerdo muy hermoso de un militante socialista detenido en Punta Arenas al momento de conocer la muerte repentina de mi progenitor…

“Estimada Ester, acabo de enterarme del fallecimiento de su querido esposo Néstor. He sentido un gran pesar y los he acompañado mentalmente en su dolor. Recuerdo en él al Maestro, al Amigo y al Compañero que se consagró por entero durante largos años a la causa de los humildes y los sencillos y que estuvo de pie y erguido, cuando más arreciaba el temporal.

Tuve el privilegio de ser su alumno en el Instituto Superior de Comercio durante los difíciles años de 1947 y 1948 y tengo el recuerdo permanente de la reafirmación apasionada del ideario, que a su vez nos entregó a muchos de esa generación estudiantil.

Aquí le hemos rendido, querida Ester, nuestro homenaje destacando sus grandes condiciones humanas y el empeño y tesón que puso siempre en la consagración de sus ideales de Justicia y Fraternidad.

No pretendo que mis palabras sean consuelo, porque ellas no pueden mitigar el dolor de usted y de sus hijos, pero creo al menos que el recuerdo ennoblecido que tenemos de su compañero de toda la vida, le hará sentir más resignada.

Reciba mis fraternales condolencias, las de mi familia y la de viejos amigos, como así también de muchos que aquí han sabido por primera vez del amigo Néstor. La abraza a Ud. y los suyos, Mario G. R. Cárcel Pública, Punta Arenas.”




En el año 2004 fue muy significativo en el ámbito, por la  conmemoración del natalicio de mi padre, cuyo recuerdo plasmé en pocas letras,

Tus hijos Viviana, Sergio y Beatriz Donoso y tu leal compañera Ester

Recordando
 
Néstor Donoso Molina
1904-1975

Hace casi treinta y tres años, nuestro Padre, Amigo, Compañero y Maestro nos dejó una noche de febrero de 1975, en compañía de su familia, parientes y amigos. Nada fue igual para nosotros. Su espacio y presencia siguen flotando en la vida diaria. Pareciera que todo nos habla de él, especialmente en estos días cuando se conmemora el natalicio del compañero Presidente Salvador Allende Gossens, su amigo Néstor Donoso Molina, también tuvo esperanzas e ideales plasmados en sus hijos, en sus alumnos, en los compañeros  del Partido Socialista, en sus nietos y en todo aquél conocedor de su palabra cálida y gentil. Ese 18 de julio de 2004, se cumplió un siglo de su nacimiento acaecido en la ciudad de Talca en el seno de la familia Donoso Molina.

Su vida estuvo marcada por una permanente preocupación social a través  de la acción política y, en particular, en su colectividad política y en su actividad profesional siempre acorde con sus ideales políticos.

En la década de los 20, cercano a posiciones  anarquistas, siendo estudiante universitario, ya tenía inquietudes sociales, cuya culminación se concretizó con una injusta relegación del gobierno de Ibáñez, en la Isla Más Afuera del archipiélago Juan Fernández, en compañía del preclaro pensador socialista Eugenio Gonzalez y de otros perseguidos de la época, hecho consignado en la obra La Tiranía en Chile. Por tal motivo, nuestro padre no pudo finalizar su carrera de abogado en la Universidad de Chile, siendo expulsado del país y, posteriormente, recibió el título de Doctor en Leyes en Ecuador.

En los años 30, fue fundador del Partido Socialista en la Región de Magallanes y fue Secretario General Regional por diversos períodos, encargado de múltiples campañas electorales, precandidato a regidor que depuso su interés personal en beneficio de otros compañeros y su finalización fue la candidatura como senador por la circunscripción de Chiloé, Aysén y Magallanes, junto a Salvador Allende, en el año 1969.

En la década del 40, fue un incansable luchador por los derechos de los trabajadores del extremo austral, donde tuvo que sortear en la contienda con posiciones sectarias de otros partidos progresistas.

Durante el gobierno de Alessandri Rodríguez, fue perseguido al propugnar una política agraria magallánica contra el poder monopólico de la Compañía Explotadora de Tierra del Fuego, que manejaba más de un millón de hectáreas.

Su despedida de Magallanes fue motivo de sinnúmeros homenajes, pero el más masivo y significativo para él como para su familia, fue aquél entregado por los sindicalistas de la región, quienes testimoniaron su reconocimiento por su permanente y desinteresado resguardo profesional de los trabajadores magallánicos en diplomas donde están  inmortalizados la totalidad de las agrupaciones laborales de la zona.

Y, durante los años 60 se trasladó a Santiago, asumiendo funciones en la Seccional Providencia del Partido Socialista, donde fue candidato a regidor en la elección de 1971.

Algunos de ustedes nos acompañaron en su despedida, en aquella ocasión nuestra madre, su compañera de casi 25 años, decidió devolver su cuerpo a las cenizas y nunca estuvimos solos porque nos acompañan siempre y, en este momento, deseamos agradecer a los fieles y leales amigos y compañeros que en la lejanía se apenaron, a los que lloraron su partida, a los que rezaron creyendo en la vida eterna y a quienes sintieron como propia la partida del Compañero Donoso, quien participó en numerosos episodios sociales y políticos desde su arribo a la región magallánica, en 1938. También, entregó conocimiento, alegría y sabiduría a sus discípulos del Liceo Comercial, y, cómo no recordar algunos hechos consagrados durante largos años a la causa de los humildes y los discriminados sociales de Chile y del Mundo.

¡Hasta siempre Padre, Amigo y Compañero Donoso!


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