Eric Beiza Palestro
Carta de No-Despedida
Sabíamos que era inminente, que en cualquier momento nos darían la
noticia de tu partida. Sin embargo, por ahí, en la profundidad de nuestros
corazones preferíamos creer que volveríamos a verte en tu casa, “retando” al
compadre y preocupada de todo y por todos. Pero esta vez pudo más la
enfermedad!
Quienes tuvimos la suerte de conocerte, de compartir contigo los
momentos hermosos y también los tristes, te estaremos eternamente agradecidos.
Agradecidos de haber conocido a una mujer, a una compañera y amiga de esas que
hacen tanta falta y que tan pocas veces encontramos en nuestras vidas.
Con Olga nos recordamos de todos estos años de amistad, de vivencias y
de sueños compartidos. Hoy contemplamos las fotos de matrimonio (las pocas que
logramos conservar) y ahí estas tú con el compadre, participando de ese momento
tan importante en nuestras vidas.
Nunca podremos olvidar como sufrías junto a nosotros cuando Pablo,
nuestro hijo menor, tu ahijado, estaba gravemente enfermo y tú nos acompañabas
en nuestro nerviosismo y nuestros temores.
Como olvidar cuando, entre lágrimas, nos dabas la noticia de la muerte
de mi tío Mario y tratabas de reconfortarnos. Tu cariño por la familia, por los
nuestros, es algo que siempre te agradeceremos.
Como olvidar los momentos en que había que “dar todo por la causa” y tú
trabajabas sin descanso para que las tareas planteadas salieran lo mejor
posible. Eras siempre la primera en llegar y la última en partir!
Compromiso,
entrega, lealtad, solidaridad sin límites, fueron siempre sinónimos de tu
persona y caracterizaron tu vida. Cuantas tareas, desde el panfleteo a las de
finanzas, no se hubiesen podido realizar sino hubieses estado tú!
Y para que hablar de tus cualidades de abuela, de madre abnegada, de
suegra comprensiva, de compañera leal. Ahí están tus hijas, tus nietos y tus
yernos para dar fe de ello. Ahí está también tu esposo, nuestro compadre, para
dar cuenta de la bella persona que ha partido.
Son decenas las personas que hoy te lloran, porque tu bondad y tu
ternura llego a muchos. Y nosotros nos tomamos el derecho de llorarte, de decir
que tu ausencia ya se nota!
Recuerdas el Día de la Mujer del 2009? Cuanto nos alegramos hoy de
haber podido decirte en vida la estimación y el cariño que por ti sentíamos y
haberlo hecho público, en ese pequeño pero sentido homenaje que se te hizo y en
que centenares de personas pudieron darte las gracias por ser como eras!
Ahora estarás en tu San Felipe de la infancia, en tu San Miguel de los
años del compromiso sin límites. Caminaras por esas calles que conociste como
mujer abnegada y proletaria consiente y las llenaras con tu luz y tu sonrisa
dulce y tímida.
Querida Gladys, comadrita, amiga, compañera de ideales. No te decimos
adiós ni nos despedimos de ti, porque estarás siempre entre nosotros, en todos
los espacios en donde nos encontremos. Te veremos en cada actividad, estarás en
las sonrisas de tus nietos y en las alegrías de tus hijas. Estarás con nosotros
celebrando o dándonos fuerza en los momentos difíciles.
Recibe una vez más el cariño y el respeto de tus compadres y de tu
ahijado.
Comadrita querida, descansa en Paz!
Gladys, compañera y amiga, hasta siempre!
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