lunes, 15 de abril de 2013

Inicios de 1977


Guillermo Martin Montenegro desde Australia para 
David Muñoz Gutiérrez Italia

Para empezar te voy a hacer una relación  desde el momento que nos separamos, creo que fue más o menos el 15 de septiembre hasta el día de hoy...

Yo creo que en síntesis alcanzaré a contarte todo, bien, empiezo...

Desde que salí del hotel, salí con el chofer de INDAP y este muchacho taxista de Temuco que no me recuerdo el nombre.. lo fuimos a dejar a una casa cerca del parque y yo inmediatamente le dije al chofer que me llevara a la casa de mi hermana a Tomas Moro donde ella vivía,  y allí estuve.

En esa casa tenían  teléfono y era el número de teléfono que tú tenías. Eso está cerquita de la casa del Chicho. Ahí estuve esperando, me afeite, me corte el pelo un poco y ahí logré  ponerme en contacto telefónico con Mirella que había  viajado a Chillán. Ella me dijo que en el primer Bando había  sido llamado y que ella había  enviado una carta al intendente, el Coronel ese que estaba en Lautaro, dando excusas porque yo no me presentaba porque estaba en comisión de servicio en Santiago y que llegando me presentaría. Me decía por teléfono que no tenia problemas yo, porque habían  tomado a Alejandro Palacios y lo habían  soltado, habían  llamado a Gustavo mi hermano y lo habían  soltado, que habían  llamado a Gustavo Martinez y lo habían  soltado, que no había ningún tipo de problemas.

En vista de esto me fui  a la Plaza Almagro a buscar algún  tipo de movilización  para viajar a Chillán  y reunirme con Mirella. Logré  al fin tomar un bus Flecha Verde con destino a Concepción y me baje en Chillán. Esto fue  el día 17 si no me equivoco y el día 18 me presente  en el Regimiento de Chillán para evitar problemas, diciendo que era funcionario de INDAP que viajaba a Temuco y que quería  un salvoconducto.

Inmediatamente después -el día 19- me presente  en la oficina, porque ese era el último día  para que se  presentaran los empleados públicos, sino perderían  su trabajo y me dieron un documento confirmando que me había presentado. Seguí viaje a Temuco ese mismo día 19 en un taxi, llegue a Temuco, totalmente desolado Temuco, sin gente en la calle, me fui a mi casa y desde mi casa me fui al Regimiento, me presente en el Regimiento y me dijeron que volviera en la tarde. Me fui a la oficina a mi trabajo, me preguntaron si tenia problemas, les dije que no. Me informaron que el programa de deportes de INDAP se terminaba, que ellos iban a ver que determinación iban a tomar y me pidieron que hiciera un informe desde el momento en que yo había llegado a INDAP, día por día de mi labor efectuada en INDAP. Al principio me molesto eso, pero como tenia informes elaborados diariamente no era problema hacer un resumen de todos ellos.

En la tarde fui al regimiento, me presente, me tomo una declaración un Mayor que era el Fiscal, mi militancia dije que era simpatizante del Partido Socialista en ese momento. Llamo a Podlech, este era el que hacia las veces de Fiscal. Me dijo: “estos simpatizantes son medios raros”... cítalo para otra vez, que se presente el 28 de septiembre y que vaya a trabajar. Me fui a trabajar y en ese plazo empecé a buscar el auto. Me fui  donde el taxista, a su casa, allí me dijeron que el auto lo tenia el Negro Jiménez. Fui donde el Negro y me dijo que él no había tenido problemas, pero que lo habían echado del trabajo solamente y me dijo que el tenia el auto y yo le dije que lo había venido a buscar porque creo que tenía una panne de ruedas y lo lleve a una garage de los Silva que esta en la Avenida Caupolicán. Mientras tanto empecé a ver la posibilidad-con Teodoro Rivera- de buscar un comprador para el auto. Una persona se puso en contacto y me ofrecía 800 mil Escudos. Yo en principio le dije que bueno, que se podía hacer, pensaba con eso pagar los 200 mil Escudos del Banco y el resto mandárselos a ti y a José que estaban con problemas.

Un día a las 5 de la tarde, me parece que esto fue el 24 de Septiembre, me vinieron a buscar a la oficina más o menos 8 milicos y un Sargento. Hubo bastante alboroto en la oficina, porque cerraron la oficina, yo estaba arriba-después me contaron- que llegaron preguntando: ¿dónde está Guillermo Martín, donde esta Guillermo Martín??? Entonces toda la gente  quedo sin moverse de la oficina... y yo estaba encerrado en mi oficina cuando golpearon yo salí, era un Sargento que me dijo que lo tenía que acompañar. Pregunte que por cuanto tiempo, me respondió que una media hora no más, tiene que responder a algunas consultas que le van a hacer. Entonces inmediatamente salí, todo el personal me vio. Iba rodeado por esos 8 milicos, les di encargo a los colegas para que avisaran a Mirella, a mi casa y al Colegio Lassalle que no iba poder llegar a trabajar, a hacer las clases. Todos me vieron salir, me echaron arriba de un camión y me dieron vueltas por todo Temuco, paseándome, mucha gente me vio y llegue al Regimiento. Lo primero que me encuentro es con Podlech, que me dice: ¿dónde está el auto? ...Yo le dije: No sé, y él me dice: “incomunicado”, que vaya incomunicado. Entonces le dije yo: ¿De que auto me habla?...El auto amarillo, me dijo, el auto del Partido. Ah! le dije: ese auto está en un garage, porque tiene una panne, está en muy mal estado, le dije. Vayan a confirmar si el auto está donde él dice, y si el auto aparece va en libre plática, si no aparece va incomunicado.

Fuimos a ver con el Sargento y otros milicos el auto, estaba ahí, preguntaron al personal del taller quien lo había traído, ellos le dijeron que yo lo había llevado, entonces el sargento me dijo: “Se puso la soga al cuello”...

Ingresé a la cárcel el día 24 en libre plática como a las 7 de la tarde. Me encontré con varios compañeros de mi trabajo, con Elías Amar, con Alcides Robles de Imperial, con Guido Venegas de Lautaro, el viejito de Lautaro que era Rector del Liceo,  no me recuerdo del nombre, compañeros de distintos partidos y muchos campesinos, también estaba tu papá, estaba el Secretario Regional del P.C., mucha gente, éramos como unos 600.

Llegué cuando ya estaban todos encerrados en sus “piezas”. Yo caí en la “pieza” donde estaba Elías Amar, éramos unas cien personas los que estábamos allí. También estaba este de Loncoche, el Secretario Seccional del Loncoche, que es profesor y yo no me acuerdo el nombre, tu entenderás que la compañera era la candidata a diputado del partido. Se me olvidan con el tiempo los nombres y el apuro mío era de tratar de encontrarme con Ramón Espinosa para tratar de arreglar ese problemita del cheque de 100 millones. Me dijeron que estaba en el “dormitorio” del subterráneo, así que al día siguiente a primera hora, a las 8 de la mañana, me contacte con él, mientras iba al baño y quedamos de acuerdo que después de desayuno nos veríamos para conversar y ver como podíamos resolver el problema. Habían puesto un interventor militar en su puesto y le había dado un poco de plazo para arreglar esos problemas. Entonces estaba conversando con Ramón cuando fui llamado nuevamente a declarar y me llevaron al Regimiento.

Grande fue mi sorpresa en el regimiento cuando me dicen: “¿Usted es Guillermo Martín simpatizante del Partido Socialista?”. ¡Sí! respondí yo. ¿Apareció el auto? –¡Sí, apareció!- ¡Así que usted es el simpatizante! Me dice Podlech, y me hace pasar a otra pieza donde me hace ver una mesa llena de cheques firmados por ti y por mí. Y comenzó: con este cheque  ustedes pagaron el teléfono; con este cheque ustedes pagaron el cocktail en el Hotel Terras; Con este cheque ustedes pagaron 11 pistolas a Raúl Illanes; Yo me derrumbe en ese momento, ahí vine a confirmar que había sido secretario de finanzas del Partido y que habíamos pagado esas cuentas y que el asunto pistolas no era problema porque eso se había comprado antes de la Ley del control de armas. Me preguntaron que para qué las habíamos comprado. Les respondí que para defensa personal ya que habíamos sido atacados varias veces en la sede del Partido...  antes de mandarme incomunicado, me pasaron a otra pieza, y allí me vendaron y allí me golpearon con puñetes, patadas, y de todo. A un cierto punto no me golpearon más y no me interrogaron más y me mandaron a la cárcel incomunicado. Total es que llegue a botarme a la pieza de la incomunicación.

Estuve diez días incomunicado en una celda oscura, me daban comida una vez al día, allí los días se me hicieron eternos, yo creí que ahí me daban vuelta. Estuve dos días totalmente machucado, con dos frazadas, una la ponía en el cemento y con la otra me tapaba. En el día dormía y en la noche trataba de saltar para no entumirme. Al cabo de 10 días me  sacaron y pase en libre plática. Después estuve en libre plática y estuve con Elías Amar bastante tiempo al lado de su cama, con Bastías de Villarrica. A Bastías lo pasaron a Consejo de Guerra, le tiraron 45 días y después salió.

Bueno, tratamos de hacer corta nuestra permanencia en la cárcel, contando chascos, tallas, chistes y en la noche después de las 5 de la tarde cuando nos encerraban, comenzábamos a sufrir, porque a esa hora comenzaban a sacar a los compañeros y volvían muy destruidos, o no llegaban, y al día siguiente sabíamos que los habían fusilado. Al lado de mi cama estuvo alojando Pedro Ríos al cual lo fusilaron y Mateluna al frente de mi cama dormía, y muchos compañeros, una infinidad, para que te voy a nombrar mas!

Yo mandé a buscar a la casa algunos implementos deportivos para hacer más amena la permanencia nuestra. Algunas pelotas, mallas de voleibol, baby futbol. Jugábamos, competíamos entre piezas para levantarnos un poco el ánimo y a los compañeros que volvían de la tortura, era el primero en atenderlos, en darle ánimo, en despejar un poco la sala para que el hombre estuviera tranquilo. El día 5 de Noviembre me llamaron y salí. Antes de salir de la cárcel me pusieron una venda en los ojos y me llevaron al Regimiento. Me llevaron con Elías Amar. A los dos nos llamaron, llegamos al Regimiento y nos encerraron en un calabozo chico a los dos. Allí pensamos inmediatamente que era fleta. Primero fui llamado yo. Me pusieron de frente a la muralla, me hicieron arrodillarme, me vendaron, me colocaron las manos arriba y no se para donde me llevaron caminando. Me hicieron desvestirme totalmente, me acostaron en algo que me daba la impresión de un banquillo, abierto de piernas y brazos estirados, la cabeza pegada al banquillo, me pusieron corriente en los talones, en los testículos, en las manos, en las sienes, en los glúteos y asi empezó el interrogatorio. Yo en todo el interrogatorio me di vuelta en mi programa deportivo de INDAP, que era entrenador de la selección de básquet de Temuco, que hacia clases en el Colegio Lassalle... y un milico se burlaba de mí y me decía: “Muy bien Guillermo Martín...” y luego comenzó a preguntarme por el Partido, desde cuando militaba yo, porque tenía la secretaria de finanzas, si conocía gente del MIR, me dio varios nombres: Peralta, algunos compañeros, y yo a todos le respondí que no los conocía... después algunos comunistas y yo le respondí que conocía al secretario regional, asi como lo conocían todos en Temuco, pero que personalmente no sabia nada de él. Les dije que yo hacia poco tiempo que estaba en Temuco, que no conocía mucho. Les dije que me preguntaran por toda mi actividad deportiva, que ese era mi campo... Si como no decía lo que ellos querían saber, me pegaban repetidamente y me daban corriente, y me preguntaban: ¿ dónde están las metralletas?...delen duro a este porque sabe mucho... para aplicarme corriente me hacían abrir la boca y me metían un paño dentro... para mí esos golpes eran eternos... yo no quería abrir la boca, entonces me pegaban en la nariz, en el pecho... creo que esto tiene que haber durado unas 3 horas más o menos... después de todo esto fui devuelto a la cárcel, me llevaron en peso peor que no podía caminar, tenia la cara totalmente hecho tiras, la lengua reventada, la nariz quebrada y Elías como pudo me hecho arriba del camión... A él no lo maltrataron ese día, solamente lo interrogaron y en la cárcel yo llegue tan drogui que no me di cuenta que el papá de Elías me ayudo a bajarme, porque el estaba en la puerta esperándonos, para ver que pasaba cuando llegáramos, porque el nos vio salir de la cárcel hacia el Regimiento. Él se quedó en la puerta de la cárcel  esperando para ver en que condiciones llegábamos. Dice Elías que él me ayudó a bajar junto con su papá y me llevaron al dormitorio... y yo tenia unos deseos, unas ganas de llorar, de gritar... pero me mordí para no asustar a mis compañeros que estaban en la pieza... mordido y enrabiado me bote a la cama, al rato después llame a Solar y Abarca que eran dos médicos, uno de Imperial y uno de Carahue. Me vieron todo, la lengua, la nariz, me dieron algunas pastillas que tenían ellos y al día siguiente me llamaron nuevamente... si como no podía caminar me llevaron en una silla, o sea en brazos y grande fue mi sorpresa cuando lo primero que vi fue a Mirella... estos desgraciados le dieron permiso para que me fuera a ver en ese estado... A Mirella le dio un desmayo y se cayó, imagínate las consecuencias para ella y el niño ya que tenía siete meses de embarazo.

Después de todo esto llegaron algunas cartas de INDAP, algunas solicitudes de la asociación de entrenadores de básquet, del Colegio Lassalle, pidiendo mi liberación, mi mamá se movió con el Obispo de Temuco, mi otro hermano de Ancud también vino a tratar de mover algunos palillos. Después me llevaron un día nuevamente a declarar al Regimiento y me encontré con un Sargento y uno del SIM. Ahí me asuste otra vez... Me dice”: vaya tranquilo no más porque mi Mayor quiere hablar con usted”. Fui con el y allí me hicieron otro interrogatorio. Me preguntaron por Elías Amar, que ha que había ido Elías a Cuba. Yo le dije que había ido enviado por ECA, que ECA lo había mandado para que viera algunas granjas, alguna distribución de productos agrícolas, como se hacia, mas que nada un Seminario y para estudiar algo... Me preguntaron Si Elías ocupaba algún cargo en el Partido, les dije que ningún cargo, que era un simple militante... Me dijeron: “eso es muy bueno, anótenlo en la planilla de Elías Amar, porque eso es favorable para el”... Entonces me preguntaron por el auto, que porque lo quería vender, les respondí que era para pagar las deudas con el Banco. Yo no sabía que el auto no estaba en regla y después de la entrada a la cárcel no sabía nada más del auto. Al día siguiente me vuelven a llamar, me comunicaron que voy a salir de la cárcel, pero con arresto domiciliario, que no me moviera de Temuco por ningún motivo, que debía presentarme a formar en el Regimiento 4 veces a la semana. Si como en la cárcel sabíamos que el que salía de la cárcel tenia que arrancarse de Temuco, porque había pasado con muchos compañeros que salían de la cárcel y se quedaban en Temuco y después los tomaban presos de nuevo y a los tres/cuatro días estaban muertos... Como le sucedió a Molina Secretario Regional del Partido Comunista que salió de la cárcel con arresto domiciliario y a los dos o tres días lo tomaron nuevamente y lo fusilaron en el Regimiento... Entonces yo salí de la cárcel, Mirella me estaba esperando en la puerta, porque todos los días Mirella se lo pasaba pegada allí en la reja, me fui a la casa, no me moví ese día de la casas, llegue como a las cuatro de la tarde, gran felicidad de abrazar a mis hijos, al día siguiente a las ocho de la mañana tome un Bus, me fui al Regimiento ya que tenia que ir a firmar. Pase a la oficina, grande fue la sorpresa en la oficina después de haber permanecido 70 días en la cárcel, estaba muy delgado, baje 15 kilos, pelado al rape iba, sin barba y sin bigotes y con las cicatrices en la nariz y todos los compañeros me abrazaban, lloraban y me preguntaban cómo me encontraba, ahí me comunicaron que ya no era funcionario del INDAP. No me pagaron los sueldos de Septiembre ni de Octubre del periodo que estuve en la cárcel. Yo reclame mis sueldos, me dijeron que yo no era funcionario. Yo les dije que yo no tenía culpa por las ausencias ya que había sido detenido y al final me los pagaron, me dijeron que hiciera un inventario de todo el material que estaba a mi cargo. Inmediatamente como para tomarme un descanso me fui al Regimiento y pedí autorización para viajar a Chillán por cuatro (4) días y me dieron autorización, me fui a Chillán, descansé allá con Mirella algunos días y volví a Temuco con Mirella y los niños. Me tocaba presentarme al Regimiento, fui a INDAP nuevamente, entregue el inventario. Esa noche preparamos todo con Mirella, ella saco las cosas más necesarias para los niños y yo me fui a las 8de la mañana al Regimiento a firmar y Mirella se fue con los niños al paradero de buses ViaSur.

Firme en el Regimiento e inmediatamente me fui al ViaSur caminando lentamente haciendo tiempo para que llegaran las 9 de la mañana y tome el bus que Mirella ya había tomado con los niños. Seguimos viaje a Chillán, ella se bajo en Chillán con los niños y yo seguí viaje a Santiago ahí fue que te comunicaron que yo estaba en Santiago. Ese día 7 de diciembre no pude entrar a la embajada francesa, así es que entre el 8. Referente a la embajada no te cuento nada porque no hay nada importante, sino porque hay muchas cosas mas que contarte de mi estadía en Francia y de mi estadía aquí en Australia.

Después, cuando salí de la cárcel y estuve algunos días en Temuco, no me encontré con ningún compañero y no trate de buscar a ninguno para no quemarlos.  Antes de partir, como te cuento, el auto lo perdí de vista totalmente. Con el auto se quedo el Regimiento. Fui al Banco y allí estaba este cabro Flores y el me dijo que por favor arreglara la cuenta, que el se iba, lo trasladaban a Concepción. El Banco tenía un interventor, y el muchacho me pidió que reaceptara el documento que estaba vencido y que las cosas se pudieran arreglar de alguna manera. Si como lo vi muy nervioso, porque seguramente el se metía en un tete muy grande, yo le firme el documento y quedaba un saldo de algo así como (no recuerdo bien) exactamente. Había unas letras protestadas de Elías, las retire y las hice llegar a su papá para que las saneara y total que esa cuenta del Banco quedo impaga. Los otros cheques de Ramón se arreglaron, parece que hubo una colecta entre Arquímedes Gutiérrez, Archi, y Ramón Espinoza que vendió algunas cosas de su casa...

En los primeros días que yo llegue a cárcel  y cuando salí dela incomunicación Ramón ya no estaba. Lo habían llamado a la Fábrica de Aceite para que arreglara las cosas y el interventor le dio un plazo para que arreglara la cuestión de ese cheque, y eso lo arreglo con la ayuda de algunos compañeros de INDAP, pero el gran peso lo afronto Ramón y esas cuentas se pagaron. Fui a hablar con el Hotel Terras y resolver el problema del cheque que teníamos allí y el propietario me dijo que no me preocupara y lo destruyo delante de mí, diciendo que algún día podríamos hablar de eso cuando pasara todo, que no me preocupara. Fui a hablar con el de la radio La Frontera, Marvaldi, estaba hecho tiras en la casa, lo habían detenido, le habían aplicado corriente, lo habían pelado, le pregunte por el cheque que teníamos ahí y me dijo que se había ido en cobro así es que me fui al Banco Osorno y deposite cinco mil escudos y se pago ese cheque. Así que el único cheque que quedaba volando era el de Ramón, yo fui al Banco Sur, nos habían cerrado la cuenta y ese cheque había sido devuelto porque era nominativo, no por falta de fondos, Ramón lo había rescatado y pagado. Quedaba un pequeño saldo en el Banco Sur y no fue posible retirarlo, quedo ahí. En  la cuenta del Banco Osorno no quedo ningún saldo después quedo la cuenta de ciento catorce o ciento dieciséis millones de pesos, no recuerdo bien, y de ella no supe nada más.

Como te decía me fui a Santiago y no te contaré de la permanencia en la embajada... Yo hice la solicitud para viajar a Australia y como eso se demoraba dos o tres  meses  y Mirella iba a tener el niño y después habría tenido dificultades para el salvo conducto del niño, el embajador me aconsejo que me fuera a Francia y allí hiciera mis papeles para Australia.

Me fui a Francia el 9 de Enero. Llegué a Francia el diez y en Paris estuve cuatro días sin ningún compañero conocido y después viaje a Montpellier y allí estuve con otros 70 compañeros de los que estaban en la embajada.

Mi permanencia en Montpellier fue de más o menos dos meses y tanta fue mi sorpresa de encontrarme en Montpellier con Lucho Vial, director zonal de INDAP en Temuco después me encontré con Gabriel Vivallos el director zonal de Valdivia, con Rolando Núñez, con Roa que era de CORA, con Jorge, un chico que era de Lautaro, con Mario Rivas el Jefe de Villarrica, con Ovando el de CORA, con el que habíamos hecho el asunto del auto. Éramos como ocho o nueve con Lucho de Miguel y estuvimos en la casa de Bascuñan y estuvimos toda una tarde riéndonos, contándonos, recordándonos y Mirella también estaba y todos los niños y después nos veíamos permanentemente. A mi me ofrecieron un trabajo ahí en Montpellier, mientras estaba haciendo mis diligencias para ir a Australia. Yo quería quedarme en Francia, trate, fui a Marsella y hable con Fernando Riera para ver si había posibilidad de trabajar junto con el. El me dijo que me iba a  ayudar pero después lo perdí de vista porque lo echaron de Marsella y no supe para donde se fue.

En Montpellier yo no podía hacer ningún tipo de diligencia para la cosa de Australia porque no había consulado y no tenia plata para ir a Paris. Esto quedaba al sur de Francia, en la costa mediterránea y me ofrecieron un trabajo como albañil, me pagaban mil francos al mes, pero tenía que entrenar también unos equipos de fútbol de la municipalidad y otros amateur también de la municipalidad durante los días jueves, miércoles y martes y los domingos estaba el encuentro. Prácticamente por mil francos pelaba el ajo, y no alcanzaba a vivir con Mirella y los niños con esos mil francos. Yo les dije que en Chile había luchado contra la explotación del hombre por el hombre y no había venido a Francia para que me explotaran! después, pasado un plazo me mandaron como refugiado a Lyon. En Lyon estuve en un curso para aprender francés. No tenía grandes problemas con el idioma, no lo hablaba bien pero me entendían. En Lyon me encontré con algunos compañeros comunistas y allí con gran sorpresa me encontré con Daniel Salinas, venia llegando, había estado “diferido” y era uno de los últimos que había salido de la embajada, asi es que el me contaba de las novedades que obtenía de reuniones que se hacían en Paris y yo ya había empezado a hacer mis diligencias para irme a Australia. Fui aceptado para viajar y me dieron fecha para Julio, justo cuando se acababa la ayuda en Francia, que eran seis meses.

Más adelante la embajada de Australia me negó la entrada por la enfermedad de mi hijo, que nació en Montpellier con una enfermedad al corazón, debido a todos los problemas que tuvimos en Chile. Tenía los ventrículos abiertos y un soplo al corazón... también por el hecho de lo que sucedió en la cárcel. En vista de esto me desespere, porque en ese lapso ya había terminado mi ayuda en Francia y yo estaba viviendo en la casa de un compañero Francés que me había dejado su casa por el tiempo en que el estaba de vacaciones. No tenía donde irme y el llegaba de sus vacaciones... Luego me fui a la casa de otro compañero, el Doctor Pilli, me paso su casa entera, me dejo el refrigerador lleno, diciéndome que no me preocupara y que si cuando el volvía yo estaba todavía, que no me preocupara porque de alguna manera nos arreglaríamos y que el me ayudaría.

Cuando yo estaba en la casa del compañero doctor Pilli, me comunicaron que no me daban la autorización para entrar en Australia... fue toda una desesperación... le escribí a Rolando a Montpellier con el cual tenia siempre contacto. Con Daniel no podía hablar porque estaba en Paris en esos días. Llame a la Australia a mi hermano, el me prometió hacer trámites y que me llamaría al día siguiente. Al día siguiente me llamó mi hermano y me dijo que estaba todo solucionado y que el ministro de la emigración había dado el pase y que en menos de una semana yo debería estar en Australia. En efecto, me llamaron de la embajada para que me pusiera inmediatamente en contacto y me preguntaron si estaba dispuesto a viajar inmediatamente y luego me comunicaron que me preparara porque el veinte (20) de agosto viajaba a Australia. Poco antes de partir me ofrecieron un trabajo muy bueno, pero yo ya estaba decidido y ya tenía los pasajes y todo, eso fue tres (3) días antes de partir, era un trabajo como monitor deportivo en San Rafael, cerca de Cannes... Agradecí... Daniel que venía llegando de Paris me organizó una despedida en la casa en que el estaba con varios compañeros chilenos... Daniel me dijo que había estado con Jaime Suárez y que Jaime había preguntado si yo me iría con el a Rusia... Le respondí que ya era tarde porque yo ya tenía todo listo para partir al día siguiente para Australia... FIN

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