¿Quién es Elinett Wolff Rioseco?
Cecilia Suárez Indart
Julio 2013
La “Ely” para sus amistades es de Los Ángeles, hija
de Federico e Inés y por esas cosas de la vida, amigos de mi madre. Seis
hermanas, cada una de las Wolff un personaje. Una familia socialista, padres
que estuvieron en Las Quiriquinas y todas con esfuerzo y tesón salieron
adelante. La desesperación por el destino de los padres, la salida a Argentina
y posteriormente a Alemania Oriental (DDR).
Primos achoclonados |
Nuestra amistad nació antes que llegáramos al
mundo, nuestros hijos se confunden entre tantos primos que suman cerca de
veinte. Verano en el campo haciendo manjar, mermeladas, mojando la harina para
el pan. Septiembre de empanadas, navidades, años nuevos, cumpleaños, penas y
alegrías en estas dos familias.
Largas discusiones con tejido en mano.
Cuando ocurrió la “Crisis de la Frambuesas” escribí
en mi blog, el 2008 :
De frambuesas y
otras yerbas o cómo el hilo se corta por lo más delgado
Ilse Wolff, Inés Rioseco, Ely Wolff, Cecilia Suárez |
Curiosa, por decir lo menos, ha sido la
rapidez con que se zanjó la “crisis de las frambuesas”, que sin duda marcará un
antes y un después en el accionar de La Moneda en su “batallas por la
probidad”. El castigo no podía ser más ejemplarizador: tras poco más de tres
meses en el cargo la subsecretaria de Transporte Elinett Wolff fue “renunciada”
fulminantemente, el mismo día que un medio digital publicase que empleaba el
automóvil oficial para la entrega de frambuesas, productos de la parcela de su
familia, a dos cafeterías del centro de Santiago. La verdad es que uno queda
atónito por la celeridad del castigo de Palacio. A todas luces desmedido dada
la magnitud de la falta, de ser efectiva. Es como para pensar que más de alguno
entre los funcionarios del Gobierno, sobre todo aquellos con problemas
galopantes de probidad, ya se están preparando para salir por piernas del país
para evitar ir a dar con sus huesos a la cárcel.
Pero no. La demanda de pasajes de avión al
exterior no ha aumentado y en las altas esferas reina la tranquilidad. Wolff ha
sido simplemente la víctima propiciatoria de la nueva política elegida en los
pasillos de La Moneda para intentar acallar con dureza, eso sí, selectiva los
escándalos de corrupción y malos manejos que salpican la gestión del Gobierno y
los partidos concertacionistas. Los que tendrían que dar la cara y defender a
Wolff no lo hacen y mejor que no lo hagan porque ellos mismo afrontan
acusaciones de falta de probidad, y no precisamente por frambuesas.
Esperemos entonces que, efectivamente la
nueva política de probidad se aplique por igual. Si eso ocurre, el sacrificio
de Elinett Wolff no habrá sido en vano.
Ha pasado el tiempo y la impotencia es grande,
aparece una y otra vez el tema. Nadie recuerda o no quiere saber que las falsas
acusaciones quedaron demostradas en el resultado del sumario.
Conversando con la Ely me dice: Amiga, revisando mi
vida y las acusaciones que he sufrido, te puedo asegurar que lo más burdo que me
ha pasado es lo de las frambuesas, lo menos peligroso para mí, sin embargo por
la exposición pública, creo que lograron el objetivo de sacarme del camino en
política, al menos hasta ahora...
Teniendo una gran capacidad de gestión, alto
compromiso social nunca quiso aceptar un cargo público y durante años trabajo
profesionalmente en el Sub Secretaría de Telecomunicaciones. La razón
fundamental por la cual no se incorporó a tareas mayores en los Gobiernos de la
Concertación fue básicamente porque no
se sentía cómoda con los lineamientos de los gobiernos, poco interés de cumplir
con los programas, denuncias de malas prácticas en el Estado, etc.
Sin embargo, en el Gobierno de Michelle Bachelet no
le fue posible quedarse al margen. Al conversar con la Presidenta le da a
conocer sus dudas de asumir una responsabilidad porque siempre había sido
objeto de diversas acusaciones injustificadas en el PS.
La Ely no quería afectar el Gobierno de la
Presidenta Bachelet. Le explicó que en su condición de militante había recibido formación
militar en Cuba y habia sido combatiente internacionalista en su estadía en Nicaragua, y podía ser objeto de la
farándula comunicacional.Tendría que
dar explicaciones públicas innecesarias, toda vez que en ningún caso renegaría
de las cosas que había hecho, por el contrario, se sentía orgullosa de lo realizado y así lo diría.
En otras palabras, no se perdería ocasión de reivindicar
cosas que una vez más, quizás pondrían en jaque a su gobierno. ¿Cuándo ella preguntó si pensaba que la
derecha podía usar eso?¿ para qué? ¿con que objeto?, aclaro que no estaba
pensando en la derecha, sino en lo que podrían hacer en su contra sus propios
"compañeros"... Por supuesto ella (la Presidenta) no creyó posible que
algo ocurriera....
Relato de Elinett:
“En la vida política en varias oportunidades había
sido sacada de varias tareas o alejada de determinadas misiones partidarias,
sin razón alguna o porque algún militante (que yo sepa siempre fueron hombres)
hacia acusaciones en mi contra
injustificadas o inventadas de frentón: entre ellas poca fidelidad y
confiabilidad política, débil de carácter, prostituta, incompetente, etc. En
Cuba fui acusada de agente de la Dina y/o de la CIA, lo que provoco la
correspondiente investigación de la Seguridad Cubana, esa historia termino en
que los cros. Cubanos me alertaron de mis propios compañeros, a ellos les
incomodaba que fuera mujer y tuviera posiciones políticas propias y las
defendiera, era muy independiente e inteligente....Les discutía como igual, eso
era un problema para mí, según los cubanos.
Y lo sería siempre en mi vida política.
Cuando estuve
en curso de formación en la entrañable URSS, junto a una docena de compañeros y
previo al ingreso ilegal (o clandestino) al país, los compañeros (tovarich)
rusos me alertaron sobre la distancia que me separaba de mis compañeros, los
que me tenían miedo o respeto, no compartían que estuviera en el contingente
porque era mujer, y eso a ellos les ponía una impronta: la idea era que si yo
no hubiera estado allí, los compañeros no habrían hecho muchas cosas porque estábamos
expuestos a situaciones extremas y difíciles o de riesgo, pero como yo avanzaba
en todas las tareas, ellos no podían ser menos.... Eran hombres. Y los rusos tenían algo claro con mi persona:
la claridad de mis ideas, de mis principios y la voluntad de ser fiel a ellos.
Y eso, no era lo que ocurría a menudo en la política. Es más, más bien eso es lo que vulneran los
que quieren ascender en política contra viento y marea.
Cuando salí de
Moscú, recibí sabios consejos de mis queridos compañeros soviéticos: Ellos me
dijeron: cuídese mucho, lleve sus ideas adelante solo si es posible sacarles
fruto, no se enfrente con sus compañeros porque provocara reacciones y dadas
las circunstancias de clandestinidad iba a ser muy vulnerable. Y cuando llegáramos
al triunfo, y asumiéramos posiciones de gobierno o poder, me recomendaban que
tratara de no asumir responsabilidades de mucho vuelo. Eso no les iba a gustar a mis "compañeros",
mi máxima debía ser el bajo perfil, porque si levantaba la cabeza, me la iban a
cortar...
Otra cosa: "mis
compañeros" en esa etapa eran unos, y en las etapas siguientes podían ser
otros distintos. Pero conociendo como
ellos conocían a los socialistas, siempre me iba a pasar más o menos lo mismo.
Salvo que me cooptara el
sistema.... Y eso parece que hasta la fecha no ha ocurrido. “
Mi regalo de
cumpleaños, y una deuda con mis hijos.
Laurita y Gonzalo Olave W |
Iniciando el segundo siglo de mi vida. (Santiago, 27 de
octubre 2008 Elinett Wolff)
En las últimas tres semanas, he
tenido un par de conversaciones que indican la necesidad de establecer con
claridad que la denuncia realizada a distintos medios de comunicación en los
meses de marzo – abril en mi contra, y que finalmente publicara El Mostrador el
día 23 de abril, no corresponde a la verdad. Una persona que me conoce hace
pocos años, me encuentra y me pregunta alegremente como es que me está yendo en
mis empresas, ahora que puedo dedicarme a ellas. Mi consternación fue tan
evidente que continuó preguntando si es que estaba dedicaba a mi empresa
distribuidora de frutas, y a la producción en el campo. Su sorpresa fue grande
cuando le comento que no tengo tales empresas. La segunda conversación es con
un dirigente de mi partido, y que en un rápido intercambio le entran dudas y me
pregunta si es que era efectivo o no que yo usaba los vehículos fiscales para
mis negocios familiares. En ambos casos y ante mi respuesta, la pregunta
devuelta fue instantánea: "entonces, si no era verdad lo que se dijo en la
prensa (¿recuerdan cómo fue aquello?), por qué no te defendiste?"
En esa oportunidad yo dije
públicamente que la denuncia era falsa, y algunos medios de comunicación algo
insinuaron, pero la versión oficial más entretenida y más farandulera era la
otra. Por otro lado, entiendo que se hizo una investigación sumaria interna que
cerró el caso sin argumentos para continuar un sumario administrativo.
A modo de regalo de cumpleaños,
para mí y para mi hija Laura Beatriz, aprovecho la cercanía de estas
importantes fechas, y dado que pasaron también las elecciones municipales, para
decir que en el mes de abril no me sentí en condiciones de hacer nada más de lo
que hice, a pesar de que según todos los que me quieren esa actitud sólo iba a
significar mi desprestigio personal, dado que "quien calla, otorga".
Creo que mi decisión se basó en
dos cosas fundamentalmente: coronada la situación por lo sorprendente, tuve
siempre la certeza que esta infamia no venía de la derecha (lo cual habría
facilitado las cosas para defenderme), y por otro lado no tenía ninguna
claridad sobre cual era el fondo del asunto. Además de comprender rápidamente
que verdad o mentira, el daño que esto implicaba para el gobierno era
irreparable, tuve la impresión de que si no me caía del cargo esta vez, lo más
probable era que muy pronto en lo adelante arremetieran nuevamente mis
detractores … Con qué….? Y la gran duda: de que y de quien tengo que defenderme?.
Asumí la responsabilidad de ser
una autoridad de gobierno para hacer la pega, y cualquier asunto que desvíe ese
objetivo y que requiera de tiempo y recursos humanos y materiales, significa no
poder dedicarse como corresponde a ese objetivo. El sentido de mi declaración
pública que fue refutada por el periodista Miguel Paz, - decía que una
autoridad de gobierno no debía o podía andar dando explicaciones -, tiene que
ver con que estamos para trabajar, y no para estar dando explicaciones por
cosas ajenas al cargo, es decir, si aparece "algo" que me desvíe del
objetivo, ya no sirvo como autoridad de gobierno. Distinto hubiera sido si la
temática del cuestionamiento es relacionada con el ejercicio del cargo.
Aunque se que es difícil de creer
por el sentido común, quiero decir además que nunca tuve interés personal en un
cargo público de ninguna naturaleza, lo cual le consta a mi círculo de afectos
mas cercano, tanto familiar como político y laboral, y a varios dirigentes de
mi partido, toda vez que hasta este año, había más bien declinado cualquier
intención de ser considerada en alguna terna para los nombramientos de
responsabilidad de los Presidentes de la República. Por otro lado, la única
razón que tuve en esta ocasión para levantar esta "autolimitación"
que había sido muy bien salvaguardada, fue considerar las múltiples
conversaciones que indicaban que yo podría aportar a este gobierno de la
Concertación y además porque era presidido por una mujer, socialista, y de todo
mi aprecio y consideración. Sobre las razones de mis dudas e inconvenientes
para asumir responsabilidades públicas del máximo nivel, pudimos conversar con
la Presidenta Bachelet a propósito del nombramiento del que fui objeto, de tal
forma que pudo tomar su decisión con información que en mi opinión era
relevante.
Dicho esto, y tratando de seguir
el camino más correcto y que finalmente significara el menor daño para la
Presidenta, su gobierno, y para las grandes tareas que hay en la cartera que me
correspondió con mucho honor dirigir junto al Ministro Cortázar, y
absolutamente conciente que quizás el perjuicio iba a ser solo personal, es que
puse a disposición el cargo, renuncia que la Presidenta aceptó de inmediato,
supongo porque a su vez (con la información que tenía) tuvo la misma línea de razonamiento
que yo tuve.
Además de lo anterior, me
interesa sobremanera poder decir unas palabras sobre la gestión realizada,
cuestión que estuvo ausente en el episodio de abril, y que ha estado
absolutamente ausente de toda discusión o consideración realizada en relación a
mi paso por la Subsecretaría de Transportes. Tengo la impresión de haber sido
especialmente acuciosa en el encargo realizado por la Presidenta: ocuparse de
regiones, y contar con la gente para el arduo trabajo de continuar desarrollando
las tareas en el ámbito del sector transportes, esto es, al menos intentar
hacer el esfuerzo de incluir y hacer participar a los actores relevantes de
todo el país. PARTICIPACION E INCLUSION, dos hermosos anhelos poco practicados
en la gestión política en estos nuestros años de gobierno concertacionista.
Actores relevantes del sector son
en primer lugar los funcionarios del ministerio, desde sus jefaturas hasta el
último eslabón que asegura el buen funcionamiento de cualquier institución.
Debo reconocer que encontré una institución agotada y ansiosa de salir de la
apatía aparente que tenía, y creo no equivocarme si evalúo que avanzamos en
gestión de recursos humanos, en desarrollo de trabajo en equipos, en una
gestión participativa y que dio como resultado recuperar la confianza en la
propia capacidad de hacer y mejorar el servicio que se le entrega a los
ciudadanos. En segundo lugar son actores relevantes los empresarios y los
trabajadores del sector transportes, y de una amplia gama de servicios relacionados,
quienes fueron invitados desde el primer día a las conversaciones, con quienes
se compartió inquietudes, información y preocupaciones, y con quienes se
estableció un diálogo franco y fructífero en la dirección de mejorar los
servicios del transporte público como cuestión prioritaria, y otros asuntos de
interés. Al mismo tiempo, este trabajo se realizó desde Arica a Magallanes,
mediante un trabajo en terreno a fin de incorporar desde sus propias realidades
la visión tanto de la autoridad regional como de los actores relevantes antes
mencionados. El anhelo de la participación y la inclusión empezaba a ser una
realidad. El objetivo de semejante forma y fondo de enfrentar las
responsabilidades era avanzar en la implementación de una política de transportes
técnica y políticamente viable y sustentable, disminuyendo así al máximo la
probabilidad de cometer errores. La importancia de esta forma de trabajo es
sustantiva cuando se han tenido malas experiencias necesarias de recoger,
aprender y compartir con sabiduría y humildad.
Y en este esfuerzo contamos con
el compromiso y el entusiasmo de gran parte del equipo ministerial, así como de
todos los actores del sector. Esto lo puedo afirmar sin temor a equivocaciones,
porque cuando surge la feroz denuncia en mi contra recibí un sorprendente apoyo
y cariño de todos quienes se habían ido sumando al trabajo con una gran
esperanza y pasión por lo que hacíamos. En todo este empeño, les aseguro que se
dedicaban las 25 horas diarias que mencionó y reclamó el Ministro Vidal en una
de sus alocuciones sobre el caso, de lo cual pueden dar fe los colaboradores
más cercanos que tuve en mi gestión.
Por último, quiero aprovechar
también de agradecer a todos quienes se pusieron a mi disposición y me apoyaron
en ese difícil trance, entre los cuales se encuentran mis compañeros de trabajo
en la Subsecretaría de Transportes y en la totalidad de las Seremi del país,
compañeros de base de mi partido y de otros partidos políticos, familiares y
amigos, y muchos periodistas y medios de comunicación que insistieron en poner
sus tribunas a disposición de mi defensa, dado que consideraron absolutamente
injusta tanto la acusación como sus consecuencias posteriores. Quiero
especialmente agradecer al Ministro Cortázar y a sus colaboradores, quienes
apoyaron mis decisiones y entregaron su incondicional cariño y respeto por mi
persona. Y a aquellos muchos ciudadanos anónimos y de a pie igual que yo,
quienes se indignaron con el hecho y expresaron su opinión con una gran sentido
común en diversos programas de radio en esos días, ya sea creyendo que era una
injusticia con mi persona lo ocurrido, como que si el hecho era cierto, en mi
contra. Advierto que esta última posición era absolutamente minoritaria.
Por todo lo anteriormente
expresado, es que me sentí y me siento muy tranquila con mi proceder desde los
primeros acontecimientos relacionados con el ejercicio del honorable cargo que
serví entre enero y abril del presente año, y por eso es que es necesario que
la verdad se vaya imponiendo. Lo único que me queda y ojala no llegue a
insensibilizarme y/o deshumanizarme hasta el olvido, es el dolor de reconocer
que hay algo en nuestra alma concertacionista y democrática que no está
funcionando, y a lo cual debemos dedicar nuestro esfuerzo inmediato si queremos
seguir gobernando y dirigiendo los destinos de nuestro país. Yo estaré como lo
he hecho desde mi adolescencia y hasta ahora, en la primera línea de combate,
hasta conseguir que Chile sea un país mejor para que su gente alcance más
bienestar, mas felicidad, mas igualdad, mas justicia y la tranquilidad que se
merece. Y seguiré siendo la mujer leal, aun cuando esta lealtad sea solo
unidireccional, como ha sido a menudo, porque creo que esa es la única actitud
que se puede tener cuando tenemos al frente a nuestra gente, a nuestro pueblo
querido como antes le decíamos, a quienes nos debemos en primerísimo lugar.
Familiia Wolff Rioseco |
EL
LINCHAMIENTO MEDIÁTICO DE ELINETT WOLFF
Artículo de La Nación
Miércoles 18 de marzo de 2009
No conozco personalmente a Elinett Wolff. Si
nos llegamos a cruzar en una calle, muy probablemente no me conozca; yo a ella
la ubico simplemente por haberla visto por la prensa. No escribo entonces estas
líneas por razones de amistad, sino más bien por un sentido de justicia y por
lo que este caso implica para valorar una política pública. Me refiero a
renunciar a los medios de comunicación y, lo que es peor, ahogar a los medios
alternativos. Es decir, entregarle todos los medios de prensa a la derecha,
incluso subvencionándolos con el avisaje estatal.
La ingeniera Wolff fue subsecretaria de
Transportes, alcanzó relevancia mediática cuando se la acusó por los medios de
prensa de haber transportado unas frambuesas de su propiedad en un auto fiscal.
La acusación en sí misma tenía escasa densidad inculpatoria, porque con ese
criterio una funcionaria pública con auto fiscal por las mañanas debería ir a
dejar a sus hijos al colegio en un auto particular, luego volver a la casa y
luego en el auto fiscal ir a su trabajo. La vida tiene cierta cordura y
racionalidad.
Pero no fue así tampoco, toda vez que un
sumario administrativo de su servicio estableció que los hechos invocados en la
acusación mediática no eran efectivos. Pero la lincharon igual. Fue tal la
presión de los medios que la señora Wolff renunció. Actitud noble, no quería
causarle problemas a su Gobierno. Noble proceder, pero que la dejó como
culpable sin serlo.
De la absolución en el sumario, como en el
poema, nadie dijo nada. Los que se hicieron eco o formularon la acusación
tenían el deber ético de hacerlo. Se trató de un linchamiento mediático. Digo
linchamiento, que es una palabra fuerte, porque la situación lo es. Un
linchamiento lo lleva adelante una patota que desde una posición de fuerza las
emprende contra una persona sin posibilidades de defenderse. Esto se hizo
exitosamente contra la ingeniera Wolff, se le endilgó una acusación, se tocaron
las campanas del escándalo y ya está.
Como los sectores democráticos, de manera
inexplicable, tienen otorgada a la prensa del sistema una suerte de tutelaje ético-cultural,
armado el escándalo por la derecha, su suerte estaba echada. Hay un evidente e
improcedente tutelaje periodístico pauteado por la derecha sobre las acciones
del Gobierno. Si El Mercurio, por ejemplo, quiere tirar para arriba o para
abajo -que es mucho más probable- a un ministro de Gobierno, su sibilino
lenguaje no dejará de causar efecto en las propias filas gubernamentales.
Quedó entonces la señora Wolff
estigmatizada. Por mucho que hable o diga, o que el tiempo discrimine entre
verdad y mentira, el daño está hecho.
Inconclusión:
El posteo del 2008 lo finalice: “Esperemos entonces
que, efectivamente la nueva política de probidad se aplique por igual. Si eso
ocurre, el sacrificio de Elinett Wolff no habrá sido en vano.”
Amiga querida, a cinco años tengo que decirle que
ha sido en vano. La única persona que ha sufrido y sigue sufriendo ha sido Ud.,
se le cierran las puertas, a la primera
de cambios se habla de la subsecretaria de las frambuesas. Ningún medio puso en
primera plana que los cargos eran falsos. La nueva política de probidad se fue
a Las Islas Vírgenes. Y como siempre el hilo se rompe por lo más delgado. Como
dice La Nación: “Quedó entonces la señora Wolff estigmatizada. Por mucho que
hable o diga, o que el tiempo discrimine entre verdad y mentira, el daño está
hecho.”
¡ALELUYA, los corruptos andan sueltos y están en
todas partes! ¿A quién le importa la Ely? A todos nosotros pero por sobre todo
a ella mujer fuerte, inteligente, capaz de reponerse a la adversidad.
¡La Ely ha Muerto! ¡Viva la Ely!
ELY, toda mi solidaridad y afecto para ti, por tu calidad humana, conceptual, ejemplo de compromiso y esfuerzo por cambios reales en la dignificación de la politica
ResponderEliminarEly, toda mi solidaridad y afecto, a una mujer rebelde que ha dedicado su vida a la dignificación de la vida de los oprimidos, con claridad conceptual, capacidad de análisis y compromiso político y socail.
ResponderEliminar