lunes, 4 de marzo de 2013

A propósito de Galo Gómez


Eduardo Contreras
Febrero 2008

Se cumple una semana desde que, en Ciudad de México, falleció el académico y ex Vicerrector de la Universidad de Concepción, el amigo y compañero Galo Gómez Oyarzún. Destacado militante y dirigente del Partido Socialista del que fue incluso Subsecretario General, Galo fue uno de los miles de prisioneros de la dictadura militar. Luego de su liberación se exilió junto a su familia en México, país en el que realizó una intensa actividad política y científica e integró el Consejo de Investigación Científica. Casado con la también académica Isabel Ogalde, sufrió hace algunos años la trágica muerte de su hijo periodista, un golpe del que nunca se repuso.

Al recordar a Galo pienso hoy que uno de los escasos obsequios del exilio fue habernos permitido trabajar junto a figuras muy importantes de la izquierda chilena ; en el caso de México en donde permanecí una década, es imposible no reconocer lo mucho que en esos años aprendimos  de gente de la altura intelectual y moral de Galo Gómez.

Por ejemplo, de mis camaradas del PC Juan Vargas Puebla y César Godoy Urrutia. Dos dirigentes del pueblo, dos parlamentarios, dos educadores formidables. Juan  Vargas Puebla, obrero, del que se cuenta que cuando caía detenido en represiones anteriores a la de Pinochet y sus aprehensores le interrogaban acerca de su profesión, contestaba : “constructor” y  al insistirle “¿constructor de qué?, respondía : “constructor de la nueva sociedad”, para ira de los represores. César Godoy Urrutia, alto dirigente de los profesores chilenos y del magisterio latinoamericano, “el capitán veneno” como le llamó la prensa de su época por su encendido lenguaje anticapitalista. Ambos  ya fallecidos, fueron piezas claves de la actividad del exilio en solidaridad con las luchas del movimiento antifascista en Chile. César incluso pudo regresar al país donde, pese a su avanzada edad, se integró de inmediato a la lucha de los profesores contra la dictadura.

Otros ejemplos de consecuencia, dignidad y sabiduría fueron, entre otros, don Edgardo Enríquez Frödden, militante del Partido Radical,  gran rector de la Universidad de Concepción, médico y profesor universitario, autor de textos científicos notables, si hasta un edificio de la facultad de Medicina de la Universidad mexicana lleva su nombre. Padre de Miguel y Edgardo, sufrió en carne propia las canalladas de militares y marinos en Isla Dawson. Iguales merecimientos acompañaron la vida de Jaime Suárez, ex senador del Partido Socialista y ex ministro del presidente Salvador Allende, defensor intransigente del socialismo y del internacionalismo proletario, cordial, modesto y digno hasta sus últimos días ya de regreso en Chile.

Todos estos talentosos demócratas y revolucionarios, socialistas, comunistas, radicales, que jamás medraron de sus cargos, honestos, humildes, consecuentes con sus ideales, ajenos a toda maniobra turbia, hoy estarían sin duda, como siempre lo estuvieron, combatiendo por la unidad de la izquierda y del movimiento popular, exigirían el fin del vergonzoso sistema electoral binominal, defenderían el Cobre para Chile, demandarían terminar con el neoliberalismo y la política del consenso con la derecha. Condenarían la impunidad reinante y pedirían verdad y justicia. Lucharían en fin por una nueva institucionalidad democrática.

En el tango Tiempos Viejos el poeta dice “Te acordás hermano qué tiempos aquellos, si eran otros hombres, más hombres, los nuestros”. Personalmente no creo que todo tiempo pasado fue mejor, aunque que hubo algunos que lo fueron, y creo preferible aquello de que debemos hacer que todo tiempo futuro sea mejor. Sin embargo, lo cierto es que en algunos sectores, se sigue extrañando la ausencia de hombres como Galo Gómez Oyarzún.



1 comentario:

  1. Sentido recordatorio. Lamentablemente muy escueto. Pienso y/o deseo mayor conocimiento de estas figuras emblematicas. En especial sobre esa caja de sorpresas, salidas ingeniosas, agudeza que fue C.G.Urrutia y mas sobre don Galo, un luchador...
    Rexo. Saludos y felicitaciones...

    ResponderEliminar